Ventajas

Beneficios de la Compra de Deuda Inmobiliaria

Cero riesgo, alta rentabilidad. Al comprar deuda hipotecaria existen dos escenarios:

1. Máximo rendimiento. Que finalmente el deudor no pague la deuda y nadie puje en la licitación pública. En ese caso, el adquirente de la deuda pasa a tomar posesión de la finca hipotecada, después de que la puja quede desierta o no cubra los gastos e intereses de esa deuda. Por la compra de una deuda, podemos tomar posesión de una vivienda cuyo precio es muy superior al valor que hemos pagado por la misma.
2. Ganancia simple. Que el deudor se ponga al día o que en la subasta alguien puje por el inmueble. En ambos casos, habrán de abonar el capital pendiente, además de los intereses ordinarios, de demora y los gastos y costas del proceso jurídico. En este caso, sigue existiendo cero riesgo por cuanto la vivienda es la garantía que hemos adquirido al comprar la deuda, y la rentabilidad vendrá por la diferencia que obtuvimos pagando por la deuda pendiente al banco y el resultado de aplicar los intereses ordinarios, de demora, gastos y costas. En la mayoría de los casos, estamos hablando de un rendimiento superior al 40%.

Además de esas ventajas: La adquisición de deudas brinda a los inversores la oportunidad de diversificar su portafolio, lo que contribuye a disminuir el riesgo que conlleva la posesión directa de bienes inmuebles.

Al comprar deuda, maneja los tiempos y controla los precios de las pujas de los subastadores.

En la subasta al uso, compite contra todo el mundo. Al comprar deuda, su adversario es el que presente la mejor oferta, y con igualarla, se queda con el inmueble.